viernes, 20 de febrero de 2009

Resiliencia


Una de sus definiciones dice que es la capacidad que tienen las personas para sobreponerse al dolor emocional y para seguir proyectándose al futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores o de condiciones adversas. El concepto de resiliencia se podría corresponder con el término “entereza”.

Admiro a aquéllas personas que, rápidamente, pueden dar vuelta la página después de algún fracaso, de alguna decepción o de alguna frustración, de cualquier índole; y que siguen su camino relajadamente.
Cada tanto me pregunto qué nivel de resiliencia tengo, y si se puede aprender a tener más resiliencia? Quiero creer que sí!

En: Revista Rumbos Nro. 6 Octubre de 2003

Se enumeran algunos tips relacionados:
“Existen tres pilares que sostienen la capacidad de resiliencia»:

1) La capacidad de juego. No tomarse las cosas tan a pecho, ni que el temor impida hallar las salidas. Y en esto el sentido del humor, el “mirar las cosas como desde el revés de un larga vista permite tomar distancia de los conflictos. La creatividad, la multiplicación de los intereses personales, los juegos de la imaginación relegan esas causas de alarma a su justo lugar, relativizarlas para no deprimirse.
2) La capacidad de encarar las situaciones con un sentimiento de esperanza. Y para ello es fundamental tener al menos a alguien en quien depositar los afectos, admiración, qué sirven como guías y estímulo. Es lo que en el lenguaje común de los grupos de resiliencia se conoce como “engancharse”. Esto que viene a veces naturalmente con el modo de ser de la persona, puede ser estimulado por educadores y terapeutas. Son esenciales asimismo las llamadas redes de sostén o de contención, vínculos que enriquecen e impiden que la persona se sienta en una intemperie vital. Amigos, un maestro, una comunidad barrial, los grupos de resiliencia obran con apoyo y estímulo permanentes.
3) El auto sostén. Se puede resumir como un mensaje que la persona elabora para si misma. “Yo sé que esto me va a pasar”, se dice ante un mal trance. O sea: “Me quiero, confío en mí, me puedo sostener en la vida".

Para consolidar la resiliencia, tenemos derecho:
1- A ser tratados con dignidad y respeto.
2- A equivocamos y ser responsables de nuestros propios errores.
3- A tener nuestras propias opiniones y nuestros propios valores.
4- A tener nuestras propias necesidades, tan importantes como las de los de demás.
5- A experimentar y expresar nuestro pensamiento propio, así como a ser sus únicos jueces.
6- A cambiar de opinión, idea o línea de acción.
7- A protestar cuando somos tratados con injusticias.
8- A intentar cambiar lo que no nos satisface.
9- A detenernos a pensar antes de actuar.
10-A pedir lo que queremos. A hacer menos de lo que humanamente somos capaces de hacer. A ser independientes.
11-A decidir qué hacer con lo que es nuestro, con nuestro propio cuerpo y nuestro tiempo.
12-A sentir y expresar el dolor.
13-A ignorar los consejos.
14-A rechazar peticiones sin sentirnos culpables o egoístas.
15-A estar solos aún cuando otros deseen nuestra compañía.
16-A no justificamos ante los demás.
17-A no responsabilizarnos de los problemas ajenos.
18-A no anticiparnos a las necesidades y deseos de los otros ni estar pendientes de su buena voluntad.
19-A elegir no comportarnos siempre de una manera positiva o socialmente convencional.

(La pintura es de Hellen Arregui)

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