Como casi siempre me pasa, a medida que se va aproximando mi cumpleaños, se me da por hacer balances... Algo así como sacar cuentas, pero con los afectos... Este año tiene la particularidad de que, contrariamente a otros, en vez de ponerme a pensar todo lo que no hice o lo que quisiera hacer o lo que ya no voy a poder hacer, se me dio por ponerme a contar todas las expresiones de afecto, de cariño y de amor que recibí este ultimo tiempo, y me puse realmente contenta. Entre sueños, en mi madrugada insomne, en vez de ver pasar las ovejitas de un lado a otro de la cerca, iba visualizando por ejemplo:
* un paseo en lancha por el Tigre en un día de verano
* un plato de fideos con estofado casero y con el vinito que tanto me gusta
* un libro llegado desde Portugal y con una dedicatoria del propio autor
* un recuerdo de aquellos años de secundaria acercado por un encuentro virtual
* un chal rojo tejido a mano
* una silla Thonet que perteneció a mi abuela
* un libro de autoayuda comprado por mi vieja
* una foto de un jacarandá o de un cerezo en flor
y así, otras tantas que ahora no recuerdo...
En fin...si, ya se que son todas cosas materiales, pero cada una de ellas encierra un valor muy importante para mi, todas representan a las personas que de una u otra manera estuvieron presentes en este momento mío.
Me gusta poder ir aprendiendo a valorar lo que la vida me da, sin pretensiones de más, sin expectativas exageradas, como las que suelo tener a menudo. Será que me estoy haciendo más grande? UFFFFFFFFF
(La pintura es el Angel Abstracto de Kandinsky, me encanta!)
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