...De lo cotidiano, de los deseos y los proyectos, de lo que entusiasma y calma el alma.
lunes, 24 de diciembre de 2007
La Filosofía como Terapia
lunes, 17 de diciembre de 2007
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
miércoles, 12 de diciembre de 2007
A long way down
Me tiene fascinada el último libro de Nick Hornby, A long way down, publicado por Penguin.
La trama es atrapante. Son cuatro personajes que se encuentran por casualidad la noche de un 31 de diciembre en el edificio Topppers House. Todos con el mismo fin: suicidarse tirándose desde el techo del edificio. Lejos de ser morboso el tema es realmente entretenido y hasta divertido. Los personajes comienzan a relacionarse, conocerse, a contarse sus historias y los motivos por los que quieren quitarse la vida. Se hacen aliados, se conforman en un grupo y hacen un pacto...posponer sus suicidios...hasta el día de San Valentín...mientras tanto sus vidas siguen transcurriendo...
El diario The Guardian le hace un reportaje: http://www.guardian.co.uk/weekend/story/0,,1464888,00.html
Allí Hornby entre otras cosas dice: "Quería escribir un libro que conmoviera, que fuera sobre algo extremadamente triste pero relajado, y quería ver si podía llevar a estos personajes de la oscuridad hacia la luz sin ser sentimentalista o irreal. Si escribiera un libro sobre depresión que fuera increíblemente depresivo, cómo podría alguien querer leerlo?"
Del mismo autor leí: About a boy, y How to be good.... ambos excelentes.Aqui va el link a su blog personal: http://nickhornby.campaignserver.co.uk/index.php?paged=2
Un dato que me llamó la atención de la biografía del autor fue que tiene un hijo autista. Y justamente uno de los personajes en The long way down es Maureen, que tiene un hijo discapacitado y Hornby dice que parte de la narración de la vida que lleva Maureen en torno a su hijo Matty, es una dramatización de la relación con su hijo Danny.
Es, sin dudas para mí, un autor para seguir de cerca.
martes, 4 de diciembre de 2007
Osvaldo Lamborghini
http://www.catedras.fsoc.uba.ar/alabarces/el_ninho_proletario.htm
domingo, 2 de diciembre de 2007
Algunos sentimientos sobre la Separación
Es una frase que me impactó leyendo el libro de Silvia Salinas: "Todo (no) terminó" de Editorial Nuevo Extremo.
Aquí van cosas que me coparon del libro y que me vienen a reafirmar algunos conceptos ya sentidos y vividos después de mi separación, hace 4 años y medio...
Elegir también es perder....
En la separación, la pérdida es muy grande, pero también es posible llegar a situaciones nuevas donde el contacto directo genera la ocasión de demostrar el amor que estaba oculto en nosotros. No se puede borrar el vínculo. Perdonar y perdonarnos libera el corazón y el alma. La culpa bloquea nuestra capacidad de amar.
Para que una pareja funcione bien, armonicamente, es necesario que el lado masculino de él esté más desarrollado que su lado femenino; y que el aspécto femenino de ella esté más desarrollado que su lado masculino.
Es necesario reconocer que reencontrarse con el amor nuevamente, requiere de un trabajo previo: el reencuentro amoroso con nosotros mismos.
Para encontrarnos con un compañero de vida, seguramente antes tendremos que aprender cosas quye sólo otra pareja puede enseñarnos.
Es esencial cuidar la predisposición, abrirse a lo que la vida nos propone en ese momento, estando atento a qué personas se nos acercan, qué oportunidades tenemos, sin la idea de concretar una relación formal, sin la ansiedad de consumar ya una nueva estructura.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Mientras tanto
Uno está hecho de tiempo, que le permite la acción, pero no sabemos a ciencia cierta de cuanto disponemos.
Al final, inexorablemente, nos aguarda la muerte, y es increíble la tenacidad con que nos aferramos a ese traje que nos prestó la vida para pasear nuestra individualidad por el planeta. Y no es que me asuste la muerte, eso creo comprenderlo desde hace mucho. Es que a la muerte la encarcelé en una jaula de ideas y razonamientos de absoluta precisión y ella, con la sumisión propia de los que tienen paciencia infinita, porque saben que al final siempre ganan, se queda allí mansamente aguardando su hora. Lo que verdaderamente me preocupa son los cinco minutos previos, cuando la química de la muerte deshaga los cerrojos de la prisión que le impuse y comience su inexorable trabajo mientras todas las células de mi cuerpo se aferran con dolorosa desesperación a eso que llamamos vida. Pero al menos me quedará el recurso de resignarme a mis gritos. Hace tiempo ya que no me interesa ni el principio ni el fin. Hace tiempo llegué a la conclusión que lo único importante que tenemos es el mientras tanto.
Y mientras tanto trato, en lo posible de diferenciarme de los demás. Siendo a la vez más sumiso y más libre de lo que ellos se atreven a ser. Casi todos desconocen por igual su justa libertad y su verdadera servidumbre. Maldicen sus ataduras, a veces se jactan de ellas. Por lo demás sus tiempo transcurre en vanas licencias, no saben forjar para si mismos el más ligero de los yugos. En cuanto a mí, busco más la libertad que el poder, y el poder sólo si favorece mi libertad. Me interesa encontrar una técnica, una bisagra donde nuestra voluntad se articule con el destino, donde la disciplina secunde a la naturaleza en vez de frenarla. Entiéndase bien: no se trata de la dura voluntad del tenaz, tampoco una negativa o una elección abstractas, que insultan las condiciones de nuestro mundo pleno, continuo, formado de objetos y cuerpos. Sueño con una aceptación más secreta, más íntima, más profunda o una voluntad más flexible. La vida debe ser para mí como un caballo a cuyos movimientos nos plegamos, pero sólo después de haberlo adiestrado. Como todo, absolutamente todo, es una decisión del espíritu, que entraña la adhesión del cuerpo, me esforzaré en alcanzar gradualmente ese estado de libertad - o sumisión - casi puro. Buscar primero la simple libertad de los momentos ociosos, de momentos libres, toda vida bien ordenada los debe tener, y quien no sepa crearlos, no sabe vivir. Hay que ir más allá y practicar una libertad alternativa: las emociones, las ideas, los trabajos, deberían ser interrumpidos a cada instante y luego reanudarlos y así con la certidumbre de poder ahuyentarlos o llamarlos a cada momento, les quito toda posibilidad de tiranía y a mí todo sentimiento de servidumbre.
Pero el mayor rigor lo aplico a la libertad de aceptación, la más ardua de todas. Asumir mi estado y mi condición de dependencia, la sujeción perderá lo que pueda tener de amargo o indigno, si acepto ver en ella un ejercicio útil. Elegir lo que tengo, exigiéndome tan sólo tenerlo totalmente y saborearlo lo mejor posible. Los trabajos más tediosos se cumplen sin esfuerzo a poco que me apasiono por ellos. Tan pronto un objeto me repugna, lo convierto en tema de estudio, forzándome a extraer hábilmente de él un motivo de alegría. Aún en la hora de mi peor desastre, y lo he tenido, he visto llegar el momento en que el agotamiento lo privaba de una parte de su horror, en que yo lo hacía mío al aceptarlo.
Y en esta forma, con una mezcla de reserva y audacia, de sometimiento y rebelión cuidadosamente concertados, de exigencia y concesiones, trato finalmente de aceptarme a mí mismo.
Al aceptarme, también debo aceptar que el amor es lo único que da a mi espíritu la infinita bendición para la subsistencia, y sólo él mantiene intacto el fuego de la vida, esa razón de existencia, esa fuente infinita de energía, ese calor capaz de derretir el hielo de la tristeza gris.
El juego misterioso que va del amor a una persona al amor al cuerpo de ella, me parece tan bello como para consagrarle una de las partes más importantes de mi vida. Las palabras engañan, puesto que la palabra amor (de pareja) lleva implícita la palabra placer, y esta, abarca realidades contradictorias, comporta a la vez las nociones de tibieza, dulzura, intimidad de los cuerpos y las de violencia, agonía y grito. Reconozco que la razón se confunde frente al prodigio del amor, frente a esa extraña obsesión por la cual nuestro vestido de carne, aquel que nos prestó la vida, puede llegar a inspirarnos un deseo tan apasionado, simplemente porque está animado por una individualidad diferente, la que nos inspira todos los movimientos sensuales y nos pone en presencia del otro, que nos implica en las exigencias y las servidumbres de la elección.
Y como ya dije antes, que toda decisión del espíritu entraña la adhesión del cuerpo y viceversa, cuando elegimos tenemos que estar dispuestos a entregarnos a ese estado de sumisión o libertad casi puro: al elegir nos sometemos a las servidumbres pero también exigiremos del otro todo aquello que alimente nuestra subsistencia, el fuego de la vida, esa fuente de energía, ese calor.
Ese estado de sumisión o libertad debe ser parejo y recíproco, como ya dijo alguien “nunca ví crecer un ciprés a la sombra de otro ciprés”, con esto quiero expresar que una pareja es una comunión de individualidades, las que se deben respetar para así lograr lo que yo llamo “un hombre entero”.
Un hombre entero lo forman una mujer y un hombre dispuestos a compartir sus estados de sumisión y libertad sin perder la individualidad, es una comunión de espíritus dispuestos a gozar de las exigencias y las servidumbres de la elección.
Todo esto se llega a lograr por ese prodigio que damos en llamar comunicación. Esa maravillosa creación del hombre, como especie, que es el lenguaje nos permite: darnos a conocer, transmitir nuestros pensamientos y pareceres, nuestras costumbres, nuestros caprichos, nuestros dolores, las insatisfacciones, nuestras realidades impuestas por el mientras tanto sometido a la presión de las circunstancias, nuestras libertades y nuestras servidumbres de la vida. La comunicación nos permite hacernos saber hasta donde nuestra individualidad está dispuesta a soportar, en cada mientras tanto, las exigencias y servidumbres de nuestra otra mitad, por nosotros elegida. Cuando y mientras esté presente, la comunión se transforma en un maravilloso concierto, donde no importa si algún instrumento desafina siempre que por lo menos la mitad de ellos concuerden en ese delicado equilibrio que es la comunión de instrumentos que hacen la armonía de la orquesta.
Pero entiéndase bien, cuando ese delicado equilibrio que implica esta comunión se rompe pasa a ser inmediatamente una competencia de individualidades, un capricho de cada mitad y en este punto veremos horrorizados la agonizante muerte del amor, el apagarse lenta pero inexorablemente ese fuego de vida, perder aquella razón de existencia, comenzaremos a sentir ese frío y áspero hielo de la tristeza gris, seremos nuevamente “la mitad”, viviremos el duelo que implica la muerte del amor. Pero como ya aprendimos que, el mientras tanto permite llegar el momento, en el cual el agotamiento la priva de una parte de su horror, en que la hacemos nuestra al aceptarla, y por la otra parte la convertimos en tema de estudio, tratando de extraer hábilmente de ella una razón que acreciente nuestra experiencia entonces, esta parte perderá lo que pudiera tener de amargo o indigno, si aceptamos hacer de ella un ejercicio útil que mejore nuestro mientras tanto".
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Consumo, luego existo...una nueva ética, una nueva forma de ser, de pensar...
En su copete dice: Liberada de la austeridad que había impuesto la crisis, la clase media argentina se zambulle nuevamente en la satisfacción inmediata de necesidades y caprichos, valor paradigmático de la cultura globalizada.
Mundos Posibles...
El autor sugiere 5 pasos fundamentales que el mundo de las bitácoras le propone a sus generadores:
- Almacenar y recuperar: Se refiere a la inmensidad de información con la que uno se topa todos los días en Internet: sitios, artículos, ideas, videos, fotografías, ebooks, etc. Gallo dice que hacer un blog es, en esta amazónica comparación, como llevar una red para cazar y un bolso para volver con algo
- Aprender a observar: Cita dos frase: la de Flaubert: "Para que una cosa sea interesante, basta con mirarla durante mucho tiempo". Y la de Borges: la poesía "No es escribir sobre cosas bellas, sino bellamente sobre las cosas". El queres escribir y publicar un blog le ayuda a las personas a encontrar primero que cosas le interesan y gustan, y luego ver el lado interesante y bello de esas cosas.
- Aprender a explicar: Para poder explicar algo uno tiene que haberlo entendido. Tener que explicar algo, resulta una de las formas más contundentes que existen de aprenderlo.
- Nuevas destrezas: Es inevitable que para publicar y mantener u blog uno tiene que estar estrechamente familiarizado con la nuevas tecologías de información y comunicación, las llamadas comunmente TICS.
- Oír: Una de las ventajas y posibilidades que nos da la Web 2 es la interacción entre los creadores y lectores de blogs. Los comentarios y opiniones que pueden hacer los lectores pueden ser favorables o no, de gente que quizás no conocemos, ni nunca conocerémos. Cuando uno tiene un blog está obligado o escuchar tanto lo bueno como lo malo, y asumir que este intercambio a veces no puede ser el esperado. Es una forma de exponerse a las críticas y uno tiene que poder asumirlas con responsabilidad.
Estos sintéticos 5 pasos creo que justifican la existencia de los blogs... (en la actualidad las estadísticas arrojan que existen cerca de 104 millones de blogs) herramientas casi irremplazables de comunicación, de intercambio y de cultura.
lunes, 26 de noviembre de 2007
El paisajista francés Carlos Thays, en 1891 le dio a Buenos Aires uno de los mejores sistemas de arbolado público del mundo, a partir de una concepción integral que tenía en cuenta un criterio paisajístico, la producción de ejemplares y su posterior mantenimiento, y logró darle una identidad verde a la ciudad al adaptar especies argentinas, al clima urbano. Las especies mayormente difundidas desde fines del siglo XIX son: arce, fresno, paraíso, plátano, árbol del cielo, acacia blanca, tipa, lapacho, sófora y Jacarandá.