lunes, 22 de febrero de 2010

La pequeña muerte



No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo; en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman, pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

Eduardo Galeano

sábado, 6 de febrero de 2010

estrés post vacaciones...


Quién nos entiende?

Trabajamos duro todo un año, incluso, en algunos casos, hasta horas extras, para poder tener y disfrutar las vacaciones tan soñadas... Por fin esas vacaciones llegan, abordamos el viaje cual caballos (o yeguas) desbocados con los ojos más que abiertos y todos los sentidos despiertos para captar y guardar en nuestra memoria esos paisajes y esas imágenes nuevos e impactantes. Con el fin de los días felices de descanso llega un sentimiento ambiguo: el placer de haber cumplido un deseo, de haber logrado un objetivo, de haber conocido un lugar nuevo; y la terrible sensación de que ya se terminó la tranquilidad, de que "debemos" volver a nuestras "obligaciones" a nuestras "responsabilidades", y que todo empieza de nuevo. Es precisamente en ese momento cuando algunos nos deprimimos, nos estresamos y nos ponemos melancólicos, sin nada de ganas de trabajar y mucho menos de pensar en agendas, proyectos o planes.

Será cuestión de poner punto muerto y esperar que el dinamismo nos resurja y entre otras cosas empecemos a pensar en el próximo viaje, porque después de todo:

"Que es viajar? Cambiar de lugar? No. Cambiar de ilusiones y de prejuicios" (Anatole France)